27 de junio de 2011

EL MESERO

EL MESERO

Era su primer día de trabajo y su esmero porque todo saliera bien era manifiesto hasta para el cliente más distraído.

El ambiente en ese Samborns era tranquilo. Pese a que eran pocos los meseros, puede decirse que el servicio a los comensales era bueno. El capitán de meseros era una persona madura y exigente. Cuando supo que era el primer día de labores del mesero, decidió ponerlo a prueba, para lo cual sólo esperaba el momento oportuno.

El mesero tenía una enorme necesidad del trabajo, por esto le entusiasmaban las buenas propinas que durante la mañana la habían dejado. Inmediatamente comenzó a realizar cuentas mentalmente para ver cuántas deudas podría pagar con su primer sueldo sumado a las propinas.

La mañana y la tarde transcurrieron sin que nada importante aconteciera, con lo que el jefe de meseros veía terminar el día sin que su oportunidad de poner a prueba al nuevo empleado apareciera.

De pronto la oportunidad se presentó. Era ya de noche cuando el cajero aviso al jefe, que un cliente había salido del restaurante con una cuchara en la mano. De inmediato el jefe vio la oportunidad que estaba esperando. Sin perder tiempo, llamó al nuevo mesero y le ordenó que alcanzara al comensal para recuperar la cuchara.

El mesero salió, pero vio la calle sola. Que clima tan frío, pensó. Con la mirada buscó por todos lados y lo único que vio fue a un hombre caminando por el parque, que para esa hora estaba completamente solo. Como la distancia que los separaba era relativamente corta, comenzó a caminar. De pronto se dio cuenta que el hombre aceleró el paso, hasta casi trotar. Cuando se percato ambos se encontraban corriendo. En el momento en el que el mesero dio alcance al cliente, lo tomo por el hombro para pedirle la cuchara. Inesperadamente sintió un fuerte golpe en el abdomen, el cual provocó que todo le diera vuelta a su alrededor, el desvanecimiento únicamente le permitió decir: ¡Sólo venia por la cuchara!

                                                                                                         Adrian Delgado.

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