16 de octubre de 2011

                                   SOBRE  LA CONFERENCIA DULCES  TENTACIONES.

El 17 de septiembre  el historiador Mauricio Melchor, dicto una conferencia en el templo de Regina Coeli, titulada “Dulces tentaciones. Delicias azucaradas en los conventos de monjas novohispanos”. El recinto de Regina Coeli, hermosa construcción barroca franciscana, fue un buen lugar para hablar de gastronomía novohispana. Sin embargo, hay algunas precisiones que me gustaría hacer sobre el contenido de la conferencia. Para facilitar la exposición de dichas precisiones, las presentare por puntos.

1º.  La logística adoleció de organización, no aprovechando la magnífica acústica que ofrece el templo de Regina Coeli. El apoyo visual fue deficiente.

2º. Al inicio de la conferencia, el expositor afirmo que a las autoridades novohispanas no les importaba si el precio de la plata subía, que lo único que importaba en esa sociedad barroca era obtener o vivir la santidad. Nada más alejado de la realidad. Pues tan importaba el precio de la plata, que la explotación de este metal sustentaba la economía de los virreinatos de la Nueva España, del Perú y del Rio de la Plata; para ser más precisos, estos virreinatos sustentaban a los reinos de España y Portugal. De hecho mi tesis es que la sociedad barroca logro desarrollarse gracias a la explotación humana y de recursos naturales en América. Por ejemplo, la familia Borda, importante en la extracción de plata en Guerrero, logro amasar una gran fortuna, lo cual permitió que financiara la construcción de ese magnífico templo de Santa Prisca, en Taxco.

3º. Respecto a la idea de santidad en el barroco, no dudo que algunas personas se la tomaran en serio, pero no podemos ignorar que este concepto fue utilizado como una forma de sometimiento social, para así mantener el sistema de explotación que beneficiaba tanto a los hispanos peninsulares como a los criollos. Para ilustrar esto, basta con realizar un estudio de la iconografía barroca que era usada como medio eficaz de evangelización, inculcando los terribles castigos del infierno, que en muchas ocasiones la Santa Inquisición se ocupaba en dar por adelantado.

4º. Otra aseveración del ponente, fue que los conventos eran el modelo de lo femenino en la sociedad novohispana. Otra afirmación errónea. Los conventos eran, como también lo afirmo el historiador, un micro-mundo. En los siglos XVII y XVIII, los mujeres tenían tres opciones de vida: los conventos, el matrimonio (estas dos para la clase alta) y vivir en la inopia, que para hacer honor a la verdad, la situación paupérrima, era la opción de vida de la gran mayoría de habitantes de la Nueva España. Así que los conventos, de ninguna manera, eran el modelo femenino de esa época. De paso es importante afirmar, que dichos recintos reproducían el sistema racista de explotación, o como tomamos la expresión: “las negras cocineras era hembras activas”. Si se tiene alguna duda de lo que comento, se puede recurrir a los escritos que sobre la Nueva España, realizo Humbolt.
5º.  “Lo dulce era una forma de alago”. Así se expreso quien dicto la conferencia refiriéndose  a los dulces novohispanos. Claro está que sin azúcar no habría dulces. Pero no todo era miel sobre hojuelas, ya que los cañaverales eran verdaderos centros de muerte, una muerte nada dulce. Los dueños de los sembradíos de caña (siempre españoles) mantenían un verdadero terror en sus esclavos, incluso los que lograban escapar eran recapturados para ser asesinados.

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